Muchos hombres homosexuales que aún no han revelado su identidad no han recibido tratamiento para el acné.

Un nuevo informe revela la falta de contacto terapéutico entre homosexuales y bisexuales no recluidos en los brotes de sarampión

JUEVES, 18 de enero de 2024 (HealthDay News) - En medio del reciente brote mundial de sarampión, un nuevo informe de investigación ha descubierto un fenómeno preocupante: muchos hombres homosexuales y bisexuales no revelados no reciben tratamiento para el sarampión infeccioso. Los expertos afirman que esto no se debe a que teman que la búsqueda de tratamiento revele su orientación sexual, sino a que su aislamiento de la comunidad LGBT en general se traduce en un acceso limitado a la información sobre el tratamiento.

Joel Le Forestier, investigador postdoctoral en comunicación de la Universidad de Cornell en Ithaca (Nueva York), es el autor principal del estudio. Según él, "la lección que aprendimos de este estudio es que formar parte de una comunidad es muy beneficioso en términos de acceso al tratamiento y a la información". Le Forestier explica además que formar parte de la comunidad hace algo más que dar a conocer los recursos de salud pública, que es uno de los beneficios.

Las nuevas conclusiones se publicaron el 12 de enero en la revista Psychological Science. El equipo de investigación realizó una encuesta en línea a hombres gais, lesbianas, bisexuales y pertenecientes a minorías sexuales de Australia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos durante el momento álgido del brote de MPOX, en agosto de 2022, y dos meses después.

Le Forestier y su equipo pensaron inicialmente que el hecho de no identificarse abiertamente podía ser un factor disuasorio para algunos hombres que buscaban tratamiento para la MPOX. Esta hipótesis surgió de sus observaciones durante sus estudios de doctorado en Toronto, cuando observó que la mayoría de las personas que hacían cola para recibir la vacuna contra el sarampión eran hombres abiertamente homosexuales y bisexuales.

Sin embargo, un amigo de Le Forestier propuso una teoría alternativa, sugiriendo que estos hombres no identificados tal vez ni siquiera conozcan la vacuna MPOX porque no participan en la comunidad y, por tanto, no tienen acceso a estos recursos.

Los resultados del estudio parecen respaldar esta teoría, según Le Forestier: "Descubrimos que a los que no se identificaban públicamente sí les preocupaba ser 'parias' por buscar recursos MPOX, pero esto no estaba directamente relacionado con su menor probabilidad de acceder a estos recursos. De hecho, si sabían que había tratamientos MPOX disponibles, se inclinaban a buscarlos, independientemente de si se identificaban públicamente o no."

Por lo tanto, la cuestión de cómo proporcionar información sobre la prevención y el tratamiento de los MPOX a las poblaciones de riesgo que no están profundamente implicadas en la comunidad LGBT se ha convertido en un tema importante, y Le Forestier argumenta que tiene que ver con el conocimiento de los recursos y el nivel de implicación de la comunidad, y no sólo por miedo a estar expuestos.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. ofrecen más información sobre la MPOX y su prevención y cuidado, proporcionando un importante recurso sanitario para el público.

Fuente: Cornell University, comunicado de prensa, 16 de enero de 2024

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