Cómo abandoné la Iglesia mormona tras salir del armario

De mormón a padre abiertamente gay: el viaje de autoaceptación de Devin Gibby

En nuestra serie Primeros pasos, exploramos las historias de hombres que han dado el valiente primer paso para cambiar su cuerpo, su mente y su vida. Estas historias no tratan sólo del cambio, sino del valor para iniciar ese viaje. Hoy compartimos la historia de Devon Gibby, de 36 años, un hombre que abandonó la religión y abrazó su sexualidad.

Devon creció en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (comúnmente conocida como mormonismo), un entorno que moldeó su vida y sus elecciones. Desde muy pequeño supo que era gay, pero en su entorno religioso estaba prohibida una exploración sana de la identidad de género, por no hablar de encontrar a una persona gay con la que pudiera conectar. Devon siempre había soñado con ser padre, pero los padres gays parecían inexistentes en su percepción. Así que cuando regresó de su misión mormona en 2008, a la edad de 21 años, se casó con una mujer y pronto tuvieron dos hijos.

El matrimonio y la paternidad llevaron a Devon a cuestionarse su fe y el mensaje que quería transmitir a sus hijos. Empezó a cuestionar su fe mientras estudiaba escritura creativa y pensamiento crítico en la Universidad Brigham Young de Utah. Esta nueva forma de pensar pronto desmoronó su visión del mundo y empezó a explorar su sexualidad con mayor libertad.

Devon salió del armario por primera vez a su compañero de habitación en la Universidad Brigham Young, que fue también el medio a través del cual él y su esposa se conocieron. Aunque el amigo no sabía cómo reaccionar, le expresó su apoyo y comprensión. Más tarde, Devon salió del armario ante su obispo y su esposa, y estas conversaciones no fueron bien. Su mujer incluso quiso ayudarle a "recuperarse". A pesar de ello, su matrimonio duró cinco años, hasta que Devon se dio cuenta de que su homosexualidad era una parte de él que nunca podría cambiar.

En el mormonismo, los maridos y las esposas están "sellados" juntos, lo que significa que estarán juntos en la eternidad, por lo que el divorcio conlleva una gran vergüenza. A pesar de ello, Devon y su esposa decidieron separarse, al darse cuenta de que podían tener una mejor relación como amigos y copadres.

Devon se dio cuenta de que aceptar toda su identidad significaría abandonar el mormonismo. Empezó a vivir abiertamente como gay y a salir con hombres. Esto supuso una conmoción para su familia, ya que en la Iglesia Mormona había poco espacio para los homosexuales. La salida del armario de Devon fue vista como un rechazo a su comunidad.

A pesar de las dificultades, Devon encontró una comunidad y empezó a escribir un blog a través del cual conoció a otros hombres mormones que no estaban en el armario. Se llamaban a sí mismos "MoHos" y se reunían regularmente para hablar de la intersección entre sexo y espiritualidad. Devon también buscó padres homosexuales en las redes sociales y poco a poco se fue convirtiendo en el tipo de hombre que no había sido cuando era más joven.

La historia de Devon trata de aceptar quién es realmente y dar el valiente primer paso para cambiar su vida. Su experiencia nos recuerda que, aunque el cambio puede exigir sacrificios, la búsqueda de nuestro verdadero yo merece la pena.

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