Cuestiones de clase en la política homosexual

Actitudes de la clase trabajadora ante la homosexualidad: el impacto de la estructura social y las tendencias culturales

En la sociedad actual, el debate sobre el género y la orientación sexual se ha convertido en un tema ineludible. La perspectiva del teórico social Roger Lancaster profundiza en la cuestión, sobre todo desde el punto de vista de cómo las condiciones de clase afectan a las actitudes hacia la homosexualidad.

Desde Max Weber, los teóricos sociales han sostenido que las condiciones de clase fomentan inevitablemente las tendencias socialmente conservadoras entre la clase obrera y las masas. La lógica que subyace a este punto de vista es que la preferencia por la tradición en la dinámica de clase obstaculiza la innovación económica y, por tanto, acelera el proceso de explotación. Esta preferencia por la tradición también se refleja en cuestiones de género y orientación sexual, especialmente en la prevalencia de la homofobia.

Sin embargo, Roger Lancaster señala que, debido a las diferencias históricas y geográficas, no es posible generalizar que la clase trabajadora o las masas sean homófobas por razones inherentes a su estructura de clase. De hecho, ha habido largos periodos en la historia en los que las clases bajas se han mostrado indiferentes ante la actividad homosexual.

Lancaster señala además que la religión organizada es a menudo un fuerte promotor de la homofobia, pero que las tradiciones religiosas significan cosas diferentes para cada persona. Esto sugiere que las actitudes hacia la homosexualidad no vienen determinadas únicamente por las creencias religiosas, sino que son un fenómeno sociocultural mucho más complejo.

En el México actual (y en otros lugares), los jóvenes de clase obrera y de clase masiva parecen ser especialmente vulnerables a la homofobia. Lancaster sugiere que en lugar de tratar esta vulnerabilidad como un fenómeno natural o fijarla en una visión estática de la cultura de clase, deberíamos pensar en ella en el contexto de la convergencia de tendencias político-económicas y sociales.

Subraya que factores como las políticas neoliberales, los acontecimientos políticos controvertidos, el fervor religioso emergente, etc. han agravado, en diversos grados, el miedo y el rechazo a la homosexualidad. Estos factores, unidos a cuestiones como el acceso inadecuado a la educación terciaria, han formado una compleja red social que afecta a las actitudes de la gente hacia la homosexualidad.

El análisis de Roger Lancaster nos recuerda que la intolerancia hacia la clase trabajadora debe considerarse una tendencia y no una regla. Exige una comprensión más profunda de cómo los factores sociales, económicos y culturales actúan conjuntamente para conformar las actitudes hacia la homosexualidad, y sobre esa base podemos buscar estrategias para promover la inclusión y la diversidad.

Últimas noticias

es_ESEspañol