El retrato televisivo de la bisexualidad trasciende al cine, que aún la asocia a la "desviación

Personajes bisexuales en el cine y la televisión: avances y retos

La representación de personajes guays en el panorama mediático actual ha avanzado mucho, especialmente en los programas de televisión. Desde Rosa Díaz en Brooklyn Nine-Nine hasta Nick en Heartstopper, estos personajes no sólo han enriquecido los argumentos, sino que también han proporcionado una mayor representación de la comunidad LGBTQ+. Sin embargo, al profundizar en estos avances, descubrimos que sigue habiendo retos para la representación de personajes bisexuales (B) en el cine.

Los cineastas parecen creer que el público necesita reconocer y clasificar la orientación sexual de los personajes a través de las relaciones románticas y sexuales que mantienen entre sí. Este planteamiento es especialmente difícil en el caso de los personajes bisexuales, cuya orientación sexual suele estar implícita al salir con parejas de distinto sexo. Por ejemplo, los personajes de Velvet Goldmine y Disobedience siguen este patrón. Esta representación no sólo limita la diversidad de los personajes bisexuales, sino que también refuerza la idea de que los bisexuales tienen que "demostrar" su sexualidad saliendo con personas de ambos sexos.

Esta forma de representar la bisexualidad refleja la incomprensión y los prejuicios de la sociedad hacia la bisexualidad. La bisexualidad se considera a menudo una transición o simplemente una fase, más que una orientación sexual legítima. Esta noción no sólo se refuerza en el cine, sino también en la vida real. La encuesta mundial de Ipsos de 2021 muestra lo compleja que es la definición de orientación sexual, ya que "la mayoría" y "por igual" de las personas que se sienten atraídas por personas de distinto sexo se clasifican como bisexuales, lo que sugiere que es necesaria una forma más matizada e inclusiva de entender y expresar la orientación sexual.

Sin embargo, los personajes bisexuales del cine no sólo se enfrentan a interpretaciones erróneas, sino que a veces se les asocia con rasgos negativos. Catherine Tramell en Instinto básico u Oliver en Saltburn, personajes cuya bisexualidad se presenta asociada a comportamientos delictivos o enfermedades mentales, refuerzan aún más los estereotipos negativos de la bisexualidad.

En cambio, los programas de televisión parecen retratar mejor a los personajes bisexuales. Nick en Cardiac Arrestor, Carly Torres en Anatomía de Grey y Adam Grove en Sex Education son personajes que no sólo hablan de su identidad bisexual, sino que no se definen como criminales o excesivos. Esto sugiere que los programas de televisión ofrecen una plataforma más matizada y auténtica para explorar y expresar la diversidad de los personajes bisexuales.

Para colmar esta laguna en el cine, los cineastas deben crear personajes bisexuales más auténticos y multidimensionales que puedan hablar de sus identidades, en lugar de ser simplemente un personaje secundario en la trama o utilizado para "demostrar" algo. De este modo, no sólo podemos ofrecer historias más auténticas y diversas, sino también promover una comprensión más profunda e inclusiva de la bisexualidad y de la comunidad LGBTQ+ en su conjunto.

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