Las mujeres homosexuales y bisexuales tienen menos probabilidades de someterse a pruebas de detección del cáncer de cuello uterino

Las tasas de cribado del cáncer de cuello de útero son más bajas entre las lesbianas, gays y bisexuales de Chicago que entre las heterosexuales, según un estudio de la Universidad del I

En una nueva investigación, la Universidad de Illinois en Chicago revela un fenómeno preocupante: las mujeres lesbianas y bisexuales de Chicago parecen ir a la zaga en comparación con las mujeres heterosexuales a la hora de recibir las últimas pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. El estudio, publicado en JAMA Network Open, utilizó datos de la encuesta 2020-22 del Departamento de Salud de Chicago a más de 5.000 mujeres cisgénero residentes en Chicago. Estas mujeres tenían entre 25 y 64 años y no tenían antecedentes de histerectomía. El cribado periódico del cáncer de cuello uterino es un paso clave en la prevención del cáncer, definido como haberse sometido a un cribado en los últimos tres años.

El estudio reveló que 771 TP3T de mujeres heterosexuales autoidentificadas declararon estar al día en las pruebas de detección, mientras que sólo 711 TP3T de mujeres lesbianas o bisexuales declararon estar al día. Esta diferencia se reducía significativamente en presencia de un proveedor de atención primaria. La importancia de contar con un proveedor de atención sanitaria primaria para las mujeres lesbianas y bisexuales es mucho mayor que para las mujeres heterosexuales, aspecto que se subraya en el estudio.

La autora principal del estudio, Kelley Baumann, investigadora asociada del Centro para el Estudio de la Mujer y el Género de la Universidad de Illinois en Chicago, señaló que tener un proveedor de atención sanitaria primaria es más importante para las poblaciones de lesbianas y bisexuales que para las poblaciones heterosexuales. Bowman explicó además que otros estudios han demostrado que el seguro médico de las comunidades LGBTQ+ tiende a ser menos estable que el de las comunidades heterosexuales, lo que significa que pueden cambiar de proveedor con más frecuencia, lo que da lugar a tiempos de espera más largos para las citas o a que los nuevos médicos no puedan acceder a los historiales médicos para ver si necesitan someterse a pruebas de detección.

Además, el estudio desglosó las diferencias en las tasas de cribado por raza y descubrió que las mujeres blancas que se identificaban como lesbianas y bisexuales tenían 51 TP3T menos probabilidades de declarar estar al corriente de los cribados actualizados en comparación con las mujeres blancas heterosexuales, pero la diferencia aumentaba a 151 TP3T en el caso de las mujeres negras.Estas cifras ponen de manifiesto las desigualdades sanitarias que existen entre la orientación sexual y la raza.

Bowman subrayó que los resultados ponen de relieve la importancia de garantizar que los proveedores de asistencia sanitaria hagan que todos los pacientes se sientan bienvenidos y escuchados. Espera que el sistema sanitario esté menos fragmentado, de modo que sea menos probable que el cambio de proveedor provoque retrasos en las revisiones.

Este estudio no sólo proporciona información sobre las disparidades en el acceso al cribado del cáncer de cuello de útero para las mujeres lesbianas y bisexuales, sino que también pone de relieve la importancia de mejorar el sistema de atención sanitaria para satisfacer las necesidades de todos. A medida que estos hallazgos se hagan públicos, se espera que promuevan salvaguardias sanitarias más inclusivas y eficaces para garantizar que todo el mundo tenga acceso a la atención sanitaria preventiva necesaria.

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